Los orígenes de la propiedad donde actualmente se encuentra La Posada Corinto datan del año 1934. Su arquitectura hace referencia a una mezcla entre dos estilos: el colonial y el republicano. En sus inicios, la casona fue habitada por la familia Gonzales, luego fue vendida a un reconocido fabricante del famoso queso paipa, el señor Gonzalo Segura, quien vivió por muchos años en esa casona con su esposa y su hija. Por otra parte, el señor Segura tenía su fábrica de quesos junto a esta posada, las cuales estaban conectadas por un pasaje.
Debido a su arquitectura única y tradicional, hace 10 años (2009) se decidió restaurarla con el objetivo de ofrecer eventos y posadas a grupos empresariales y familiares. Hoy en día la posada tiene como objetivo ser una excelente opción de hospedaje para todos los turistas de la región y extranjeros.